Pérdida o desaparición de un ser querido

     Cuando fallece un ser muy querido, o lo perdemos debido a su desaparición u otra razón,  se produce un impacto emocional que hemos de permitir evolucione desde un primer estado de fuerte conmoción y/o rabia por el lamentable hecho ocurrido, hasta la situación final de aceptación profunda de que lo que es, es.

     Es este un proceso al principio doloroso, en el que ha de transcurrirse necesariamente por varias etapas.

     Si intentamos saltarnos alguna de ellas, nuestra salud psíquica-emocional se resiente, y puede quedar alterada permanentemente.

      Si intuye que no ha llegado al estado de aceptación sana y total del hecho indeseado y desgraciado, le invitamos a que pida ayuda profesional para que por fin pueda conseguirlo; con nosotros, o con quien le inspire confianza.

      ¡Y su vida cambiará!

     Y tendrá acceso a un bienestar y a un disfrute de las personas, cosas y situaciones considerablemente mayores.

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